Del ensayo y su escritura

en la UAM-A

El ensayo como herramienta de expresión

y aprendizaje en el ámbito digital

fotografía DeaPeaJay Creative Commons Attribution flickr.com

Presentación

¿Por qué el ensayo en las Humanidades?

 

A través del lenguaje, decía Ludwig Wittgestein en su célebre Tractatus, damos forma a nuestro mundo, esa totalidad de hechos que nos rodea. Apropiarse del lenguaje es, pues, un acto imprescindible para el sujeto que conoce, que quiere describir e interpretar ese mundo.  Y qué manera más totalizadora de apropiarse del lenguaje sino a través de la palabra escrita. Escribir es apropiarse del mundo y apropiarse del mundo es apropiarse del lenguaje.

 

Sí, ¿pero qué y cómo escribir? Más aún, ¿qué escribir en el ámbito universitario?, especialmente en el caso de los estudiantes del área de Humanidades, donde precisamente, describir y analizar el mundo social es el centro de su práctica profesional.

 

El problema no es nuevo ni sencillo, pues el modo de la escritura en que las Ciencias Humanas se enuncian y comunican ha sido centro de un fuerte debate. Por mucho tiempo, al difundirse la pretención de cientificidad de las humanidades, ciertos sectores de la academia humanística buscaron que los productos de sus disciplinas se apegaran a una metodología rigurosa y que éstos se comunicaran bajo la forma de un discurso objetivo. Es decir que para un sector de la academia humanística, la escritura debía reducirse a mero instrumento para comunicar objetivamemente sus hallazgos científicos.

 

El resultado, como advierte el filósofo Hugo Zemelman, ha sido el empobrecimiento del lenguaje de las ciencias sociales  y con ello de su propio pensamiento, hecho que tiene como coroloario el empobrecimiento del pensamiento social en general. Lo preocupante, advierte Zemelman, es que en la medida en que el pensamiento se reduce unidimensionalmente a un aspecto instrumental, las humanidades estarán en “difíciles condiciones” para responder a los retos que plantea una sociedad cada día más compleja y diversa.

 

    El problema compete directamente al Departamento de Humanidades de la UAM-A, pues precisamente una de sus tareas sustantivas es proporcionar a sus estudiantes

 los instrumentos teóricos y prácticos capaces de adaptarse a las condiciones de una

       sociedad dinámica. En atención a esta reto, el colectivo docente del grupo de

    investigación Comunicación y Discursos Sociales se ha planteado la necesidad de

   proporcionar a los estudiantes de las carreras de Humanidades de esta unidad las

         mejores herramientas comunicativas para el desempeño de su profesión.

 

Ante la pregunta de cuáles son los géneros discursivos aptos para describir y analizar la realidad social, el ensayo emerge como una herramienta eficaz para esta tarea, pues frente al pensamiento unidimensional y empobrecedor de un discurso de pretenciones objetivas y totalizadoras, el ensayo posibilita la apertura  y enriquecimiento del lenguaje y del pensamiento.

 

Frente a la ilusión de que el pensamiento puede escapar de la cultura para ser pura objetividad, pura naturaleza, el ensayo, afirma el filósofo, denuncia la falacia y no oculta que él mismo nace en medio de lo ya formado, de la cultura y la historia toda.

 

Frente a la rigidez de un pensamiento que se quiere sistemático, el ensayo pone en juego los conceptos como una experiencia espiritual del sujeto, en cuyo interior los conceptos no se organizan como un continuo operativo, pues “el pensamiento no procede linealmente y en un sólo sentido sino que los momentos se entretejen como los hilos de una tapicería y la “fecundidad del pensamiento depende de la densidad de esa intricación”, señala Adorno.

 

En suma, para Adorno, el ensayo escoge como modelo la experiencia espiritual y, en cuanto experiencia, no niega la historicidad de lo conocido, ni del sujeto pensante. Frente a un pensamiento que se quiere intemporal, el ensayo, al referirse a la experiencia, contrapone la historicidad individual de quien escribe y con ello la historicidad de toda la humanidad.

 

  Podemos pues afirmar que la escritura del ensayo permite a su sujeto, en este caso,

       los estudiantes de humanidades, expresar su propio pensamiento como una

    experiencia, pero un experiencia profundamente anclada en su propio momento

                                          histórico, sobre el cual él mismo incide.

 

Este carácter activo de la escritura ensayística lo señala Liliana Weinberg al destacar el tiempo presente como el tiempo del ensayo, el cual es uno de los rasgos que lo definen como género. El ensayo, apunta Weinberg, representa un acto de intelección en su pleno hacerse que hace ostensible su despliegue interpretativo en el presente, el ensayo es “un hacer diciendo” y “un decir haciendo”.  Por ello, apunta la autora, el ensayo suele estar escrito en presente, pues se escribe con “un efecto tal que se lo muestra como una obra en el despliegue de su hacerse y no como caso cerrado”.  Aunque el ensayo tome como asunto un tema del pasado, logra actualizarlo al colocarlo de nuevo en el presente, con lo cual, afirma, a partir de hechos pretéritos el ensayo logra nuevas operaciones de expansión hacia el pasado y el futuro.

 

Weinberg retoma la caracterización de Adorno del ensayo, quien lo describe como una escritura que toma como punto de partida el todo de la cultura como un “mundo de conceptos preformados”, para  destacar que el ensayo se abre como un género privilegiado para el humanista latinoamericano. Así, Weinberg considera que

 

          para el caso de América Latina, con procesos políticos y sociales incompletos,

              con una cultura derivativa, con una voluntad democrática tratando de

                 abrirse paso en una sociedad autoritaria, con un acceso restringido

          a la cultura y al mundo de los libros, el ensayo permite no sólo opinar sobre

                  distintos temas sino indagar un mundo ya hecho, ofrecer nuevas

                    configuraciones éticas y volver a la raíz moral de toda política.

 

 

De acuerdo con Weinberg, el ensayo permite poner de relieve el carácter hermenéutico de

las humanidades, pues “los grandes ensayos nos entregan precisamente interpretaciones mucho más ricas y sugestivas, aunque no estén probadas científicamente”. Escribir un ensayo obliga a quien lo escribe a asumir una posición ética frente a su tema, pues como acertadamente refiere Weinberg, el ensayista abandona la posición neutral objetiva para asumirse como “observador participante, como miembro y heredero de la propia cultura, su compromiso con el fenómeno observado”.

 

Por otro lado, la escritura ensayística permite a su autor vincularse con su realidad a partir de una doble artículación, desde un plano interpretativo y otro comunicacional. El ensayista, apunta la autora, en el momento de interpretar, ofrece en el plano del conocer una nueva lectura de los procesos de la cultura, pero además, en el plano del comunicar, no sólo transmite información, también hace partícipe a su lector de “un proceso de busqueda y decodificación de los valores y rasgos culturales”.

 

Así  pues, en la tarea de formar humanistas críticos, el ensayo se ofrece como una herramienta para promover un pensamiento reflexivo, pues al escribir un ensayo, el sujeto se interroga a sí mismo y a su entorno, pero esta indagación no se realiza desde la aridez de la neutralidad, sino que se formula desde una conciencia ética e histórica. Por ello, Ricrardo Forster postula que la tradición ensayística:

 

          ha sido, desde sus lejanos inicios, una fuerte toma de partido, un impulso crítico

             y una profunda interrogación respecto a las condiciones de su propia época.

 

En otras palabras, quien escribe un ensayo interpela su lugar en la sociedad desde un aquí y un ahora, pero con proyecciones de futuro, a la vez que sus indagaciones necesariamente se vinculan a su comunidad con la intención de transformarla. Podemos, pues, afirmar junto con Adorno, que el ensayo emerge como el género crítico por excelencia y de ahí la necesidad de promover su práctica entre los estudiantes de la UAM-A.

 

 

Bibliografía:

Adorno, Theodor, “El ensayo como forma”, en Notas de literatura, traducción de Manuel Sacristán, Barcelona, Ediciones Ariel, 1962. pp. 12-36.

 

Zemelman, Hugo, “Realidad y potencialidad: Desafíos para el lenguaje”, en Patricia Cabrera (coord.),  Pensamiento cultura y literatura en América Latina, p. 177-192.

 

Weinberg, Liliana. Situación del ensayo, México, UNAM, 2006.

 

Garza Saldívar, Norma, “El ensayo como una poética del pensamiento. Entrevista con Liliana Weinberg”, Andamios, V. 4, No.7, Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, México dic. 2007. Versión en línea  (acceso 15/08/2014).

 

Forster, Ricardo, "La artesanía de la sospecha: el ensayo en las ciencias sociales", en: Sociedad, No. 23, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, otoño, 2004,  pp. 31-43. Versión en línea  (acceso 15/08/2014).

 

 

fotografía AIGA National Design Center, NYC 10/19/2012 Photos by Irina Lee Creative Commons Attribution flickr.com

Objetivos

 

El Grupo de Investigación “Discursos Sociales y Comunicación” del Departamento de Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco ha elaborado esta página como herramienta de apoyo a la escritura de ensayos académicos para los alumnos de la División de Ciencias Sociales, bajo el entendido de que el dominio de este género discursivo es fundamental en la construcción de un pensamiento crítico. (Ver Justificación).

 

La intención es ofrecer un sitio que sea de ayuda para usuarios que requieran redactar un ensayo, usando las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) desde una pespectiva lúdica y novedosa, por lo que se proporcionan algunas herramientas  teóricas  acerca de las características del ensayo y sus diferentes manifestaciones, así como una selección de algunos exponentes del género, desde los autores ya clásicos hasta las expresiones más recientes. También se  presentan algunos ejercicios prácticos para escribir ensayos en general, así como sobre temas específicos que competen directamente a las carreras que se imparten en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-A.

 

Adicionalmente se busca generar un  escaparate para que los alumnos de la UAM-A  presenten los ensayos que escriben como parte de su formación, por lo cual se incluye una selección de dichos trabajos.

 

De manera colateral se elaboró una selección de sitios donde los alumnos podrán encontrar herramientas útiles tanto para realizar las investigaciones relacionadas con sus respectivas carreras, como para lograr una mejor redacción.  En esta misma plataforma se muestran los títulos de otros proyectos  académicos vinculados y desarrollados en la UAM-A que integran el programa de investigación “Las TIC en la investigación de las Ciencias Sociales” del Departamento de Humanidades.

ensayo.uama@gmail.com